Viajar en grupo es una de las experiencias más gratificantes y enriquecedoras que conozco. Puedo afirmar esto luego de haber vivido más de 20 veces la experiencia de vivir un viaje en grupo organizado.

Eso si, quizás antes de hacerlo por primera vez tenía muchas dudas y creencias erróneas sobre esta forma de viaje.

Por eso hoy, con mucha más experiencia, quiero en este artículo te mostraré 7 cosas que nunca te contaron de vivir un viaje en grupo organizado. Aquí vamos:

1) Que no eres más frágil por viajar acompañado, todo lo contrario:

Algunas personas tienen la errónea creencia de que si viajas en grupo es porque no te quieres lanzar solo al viaje o que eres un poco antipático y no tienes con quién, o peor aún, que será extraño que viajes con personas en las que no confías o que algo terrible podrá pasar.

¡Nada más alejado de lo que realmente sucede!

Cuando viajes en grupo te encontrarás con personas que realmente están buscando desafiar sus límites y que, en el fondo, lo que están buscando es compartir la diversión y los aprendizajes de la ruta con otros.

Y que, en la mayoría de los casos, son viajeros a los que les ha resultado prácticamente imposible coincidir con amigos y familiares para una fecha en común. Algo que suele presentarse bastante a la hora de decidirse por un viaje. Así que cansados de posponer y esperar por los demás, han dicho “me sumo a un grupo y listo, problema resuelto”.

Por eso es posible que te encuentres con personas interesantes en este tipo de viajes, y además, personas con las que tendrás cosas en común, como el sentimiento de aventura y de lanzarte por aquello que realmente tienes ganas de hacer.

2) Que te muestra ciertos puntos a trabajar para relacionarte mejor con los demás:

Viajar de esta manera resulta terapéutico. En algunos momentos sacas lo mejor de ti hacia afuera, y en otros, también lo más complicado.

En esta larga convivencia viajando (no son ni un día ni dos), el grupo funciona como un espejo de ti mismo, y si hay algo que tienes para aprender o mejorar, el grupo será el encargado de mostrártelo.

Puede que tu lección sea que debes aprender a escuchar más, o que debes relajarte y mostrarte más como eres, o que debes ser más flexible con los puntos de vista que tienes sobre las cosas, y un montón de etcéteras.

Te puedo asegurar que viajar con desconocidos será un aprendizaje constante de gran valor. Cada grupo con el que he viajado me ha formado como persona y me ha dejado enseñanzas que me han sido muy útiles.

3) Que en un viaje en grupo organizado encuentras amistades verdaderas (y también parejas verdaderas) 🙂

La verdad es que un buen amigo puede aparecer en cualquier momento de la vida. Personas con las que eres compatible y que parece que el destino los hubiera puesto frente a ti por alguna razón.

Pero si siempre frecuentas los mismos lugares y con las mismas personas, digamos que la posibilidad de hacer un nuevo amigo se acota bastante. Sumarte a un viaje en grupo organizado es una buena oportunidad para esto.

En estos grupos de viaje que organizamos en Serena, el 95 % de las personas que se suman lo hacen solos, eso hace que desde el primer día todos estén en las mismas circunstancias y que abrirse a contar sobre cualquier cosa de la vida sea algo normal.

Son un montón las personas que mantienen grandes amistades luego de un viaje en grupo y que hasta incluso encuentran en ese vínculo una salida en su propia rutina.

Y también suele pasar que se forman parejas durante estos viajes, lo he visto más de una vez.

¿Has visto nuestro documental “El viaje compartido”? Este Documental muestra una experiencia real de viajar en grupo.

4) Que eliminarás prejuicios sobre los demás:

Durante los primeros días de un viaje en grupo todo es adaptación: llegas a un nuevo lugar, te encuentras con nuevas personas, comienzas a vivir los días de formas diferentes a lo que lo haces habitualmente.

Es aquí, recién “salidos de la pecera”, cuando instintivamente empezamos a interpretar todo en base a nuestras creencias y suposiciones, y donde algunos miedos salen a la luz.

Según mi experiencia, siempre te equivocas en lo que piensas automáticamente en las primeras interacciones con los miembros del grupo. A tal punto que entiendes que probablemente cuando estás en tu rutina también te suceda, es así que te lo replanteas y comienzas a cambiarlo.

La verdad es que esta intensa experiencia social de vivir un viaje en grupo organizado, le da a tu mente unas cuantas lecciones sobre las personas y las relaciones humanas. Viajar se trata en gran parte de aceptar.

5) Que si por alguna razón te encuentras mal por algo ¡tendrás un equipo a tu lado!

De los tantos días que he compartido viajando con personas nuevas, hubo uno que me quedó especialmente marcado y que refleja perfectamente lo que quiero transmitirte en este punto. Una vivencia que superó todo lo predecible y me dejó de boca abierta ante tanta cooperación por parte del grupo.

Estábamos en la reserva Río Claro en Colombia, haciendo una actividad llamada “La caverna de los Guácharos”. Es una actividad 100% aventura que es parte de nuestra ruta “Colombia al Máximo”

Primero nos capacitan unos guías especializados, luego nos ponemos nuestros cascos con linterna y comenzamos el trekking por un bosque hermoso hasta llegar a la entrada de la caverna.

Dentro de esta, son unos 500 mts de total oscuridad, caminando con el agua por la cintura y observando el interior de este gran templo de granito con todas sus extrañas formaciones.

De pronto, una de las chicas del grupo se puso muy mal, comenzó a temblar y quedo prácticamente paralizada. Resulta que era claustrofóbica y no nos había comentado nada, a pesar de que habíamos mencionado que la actividad no era apta para claustrofóbicos.

Dos chicas del grupo que apenas la conocían, se pararon al frente, la tomaron una de cada brazo y caminaron con ella dándole ánimos hasta el final.

Durante el camino, los otros chicos del grupo también se acercaron a hablar y ayudar a calmar sus nervios. Para todos los que estábamos allí, el hecho de vivir la aventura, quedó en segundo plano.

En todos los grupos con los que he compartido viajes hasta el momento, he aprendido que andar en “manada” tiene sus cosas buenas. Una de ellas es que cuando hay un problema las personas tienen la intención de ayudar antes que cualquier otra cosa. ¡Y eso se siente muy bien!

Así que ya sabes, si sales de la pecera, hacerlo acompañadx tiene su buen soporte! 😉

6) Que en un viaje en grupo organizado tendrás dos viajes en uno:

Otra creencia común en las personas que jamás han probado viajar en grupo es creer que vamos todos agarrados de la mano.

Pero lo bueno aquí es que puedes desarrollar el viaje en grupo tanto como el viaje personal.

Durante estos viajes tienes varios días que tienes tiempos libres y la idea es que cada uno pueda hacer lo que desee, e incluso si quieres cambiar una actividad planificada por una que te haya surgido también puedes hacerlo sin problemas.

Los que armamos viajes en grupo sabemos que tener una caminata a solas por una playa, tirarte en un pasto y simplemente sentir a los pájaros cantar o tomarte un día entero solo para ti es gran parte de la aventura de conocerse.

Si viajas solo no tienes a un grupo, pero si viajes en grupo si puedes estar solo cuando quieras también.

7)  Las personas te inspiran tanto como los mejores paisajes:

Cuando compartes un viaje por más de una semana con un grupo, comienzas a profundizar en las conversaciones y a conocer las historias de vida de cada uno de tus compañeros.

Esto me parece un punto clave de esta experiencia ya que nos permite ver otras posiciones frente a la vida que no son solo las nuestras, así se abre la mente ampliamente.

Me he sorprendido en grande con los relatos y motivos por los que las personas viajan en la vida y me ha servido para concientizarme de que muchas veces vivimos rodeados de “abundancia” y no la vemos porque siempre estamos prestando más atención a lo que no tenemos.

Entonces ¿has aprendido algo de viajar en grupo que no sabías? o ¿Te gustaría vivir un viaje en grupo? Puedes ver nuestros viajes en grupo aquí!